Jugar no es solo diversión: es la herramienta más poderosa para el aprendizaje. Te contamos cinco beneficios clave del juego libre en bebés y niños pequeños.

1. Fomenta la creatividad
El juego sin instrucciones permite que el niño explore materiales de manera original y cree sus propias reglas.

2. Desarrolla habilidades sociales
Compartir juguetes y turnarse refuerza la empatía, la comunicación y el entendimiento de normas sociales.

3. Potencia la motricidad fina y gruesa
Desde apilar bloques hasta lanzar pelotas, el juego favorece el control de manos, brazos y piernas.

4. Estimula el lenguaje
Construir pequeñas historias con muñecos o animales incrementa el vocabulario y la capacidad expresiva.

5. Refuerza la resolución de problemas
Enfrentarse a desafíos (¿cómo encaja esta pieza?) enseña a planificar, probar y aprender de los errores.

Incorpora a diario momentos de juego libre y acompaña con recomendaciones de juguetes inteligentes que potencien cada área. ¡Tu peque crecerá feliz y sano!